lunes, 3 de diciembre de 2007

A GOLPE DE SOPLIDO: La Escuela de Duruelo en el Diario de Ávila.








MÚSICA
A golpe de soplido

Santiago Gómez es un joven dulzainero abulense que ha montado su propia escuela de dulzaina en la localidad de Duruelo. A sus clases acude una quincena de aprendices


ANA AGUSTÍN / ÁVILA

A penas lleva unos meses con la iniciativa en marcha pero un decenio tocando la dulzaina. Y es que Santiago Gómez Jiménez, un joven abulense que confiesa que comenzó a tocar la dulzaina porque el instrumento estaba en casa en desuso, no aspira a vivir de ello, pero dedica todo su tiempo de ocio a enseñar el manejo de este instrumento autóctono a una quincena de alumnos, la mayoría de ellos muy jóvenes. «Mi padre tocaba la dulzaina pero tuvo que dejarlo por cuestiones de trabajo, así que, como el instrumento estaba en casa comencé a prepararme». Y lo hizo a conciencia. De tal manera, primero comenzó a asistir a una escuela de dulzaina en Aldea del Rey Niño, con el profesor Pedro Pérez «y después continué con Germán Alameda, creador del método que hoy sigo con mis alumnos». Además, Santiago tiene la música metida dentro y es alumno del Conservatorio donde toca el trombón de baras, toca en la banda de la Escuela Municipal de Música de Ávila y además imparte clases de batería en este mismo centro.Aunque Santiago trabaja en una fábrica de San Pedro del Arroyo decidió montar la escuela «ante el aumento de demanda, sobre todo por parte de gente joven». No en vano, en los últimos tres años, el desarrollo de la afición hacia este instrumento tradicional de Castilla, ha sido constante. Por supuesto, el tamboril acompaña siempre al toque agudo y cálido del instrumentro de viento que, hoy por hoy, hace las delicias de todos en cualquier acontecimiento festivo. Este joven dulzainero no para de trabajar con su dulzaina en los festejos de los pueblos, pasacalles de los barrios «y allá donde me llaman» y aunque supone un esfuerzo, incluso económico, a veces, participa en encuentros de dulzaina en otras provincias españolas. Ahora, la Escuela de Dulzaina y Tambor de Duruelo, ‘El palomar’, que ha fundado y dirige desde un local de su propiedad ubicado en esta localidad aneja a Casasola, cuenta con una quincena de jóvenes, desde los doce años y hasta los 35, de los que un 30 por ciento aproximadamente son mujeres, que aprenden el manejo de este complicado instrumento «mucho más de lo que en un principio puede parecer».De tal manera, durante tres días de la semana, «incluidos los sábados si alguien por trabajo no puede asistir de lunes a viernes, los aprendices de dulzaineros, siguiendo el método de Germány «siempre con partituras y conocimientos de solfeo» se dedican a amenizar las tardes en la pequeña localidad. Sin embargo, Santiago echa de menos alguna implicación del Ayuntamiento de Casasola, a quien en su día solicitó un local que no se utiliza y reúne mejores condiciones que las que tiene. «Germán y mi novia Bea fueron quienes me ayudaron y me animaron a poner en marcha el proyecto», asegura.A pesar de la ausencia de apoyo por parte de institución alguna, tienen muchos proyectos en mente, «aunque vamos pasito a paso». En este sentido, Santiago Gómez piensa organizar el próximo verano un certamen y reunir a dulzaineros de diferentes lugares en Duruelo. «Para eso sí necesito la ayuda del Ayuntamiento de Casasola». Además, tiene pensado formar un grupo con los alumnos, «que dentro de dos o tres años tendrán formación suficiente para salir a tocar por los pueblos». Sus ideas van más allá pero, prefiere ser prudente. Su teléfono (659072658) está abierto siempre.

Para ver la noticia en el diario de Ávila pinchar aqui http://www.diariodeavila.es/articulohemeroteca.cfm?id=518449&secc=Hemeroteca&buscar=golpe%20soplido

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